Desde la Asamblea Departamental de Nariño hemos respaldado la protesta social, como un derecho, establecido en la Constitución Política de Colombia, respetamos las manifestaciones sociales, pero objetamos los actos violentos, consideramos que este proceso debe realizarse en el marco del diálogo y el consenso colectivo, en la medida que las acciones violentas no reconocen las posturas divergentes que se puedan presentar al respecto y pasan por alto la seguridad de las personas y los derechos que se pretende reivindicar a través de la manifestación pacífica. Nada justifica el daño a la propiedad pública o privada, mucho menos cuando pone en riesgo la integridad física de la ciudadanía.
Repudiamos los actos de violencia que acaecieron el día de ayer 28 de junio del 2021, en la ciudad de Pasto, donde se vieron afectados diferentes bienes privados, establecimientos comerciales y el sistema integrado de transporte, incluyendo la perdida de tres automotores que prestaban servicio público, afectando la movilidad y el buen desarrollo de las labores diarias y vulnerando y alterando la economía de la ciudad. De la misma manera hemos rechazado todo acto que atente contra la vida, integridad, dignidad, rechazamos todo acto generador de violencia y solicitamos a las autoridades competentes celeridad en las investigaciones que sean necesarias para esclarecer los hechos ocurridos y a la comunidad en general a denunciar ante los entes competentes todo abuso de autoridad, vulneración y alteración del orden público.
Desde la asamblea hemos manifestado nuestro interés de ser interlocutores para el diálogo social, construir entre todos una propuesta encaminada a mitigar la problemática existente y buscar alternativas de solución, debemos
por la que atraviesa la ciudad de Pasto y el Departamento de Nariño.
